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Lo cutre ya no mola


Durante la pandemia todo se perdonaba. Que si el niño aparecía por detrás de la cámara, el gato paseándose por el teclado, la cámara medio borrosa o el micro sonando fatal… lo asumíamos con humor porque estábamos todos en las mismas. Había excusa.

Hoy ya no. En 2025 un podcast o un vídeo que suena mal o se ve cutre deja de ser gracioso. Lo siento, pero ya no cuela.

Y ojo, no estoy diciendo que haya que invertir miles de euros en un estudio. Pero si no tienes presupuesto, la alternativa es clara: formarte y aprender a sacar partido de lo que tienes. Porque la diferencia entre sonar amateur o sonar profesional muchas veces no está en el dinero, sino en el conocimiento.

Mucha gente se deja llevar por los anuncios o por lo que oye por ahí: “este micro es el que usan todos”, “estos cascos son baratos y valen igual”, o la clásica idea de improvisar, como enganchar un micro de pinza a una cuchara. Y sí, queda original… pero lo primero, siempre, es que se oiga bien. Sin eso, no hay idea ni creatividad que sobreviva.

Si estás empezando, piensa en estos puntos básicos:

  • Grabadoras portátiles de calidad. Existen opciones muy sólidas en el mercado que te permiten grabar tanto entrevistas en exteriores como conversaciones en interiores con una buena base de sonido. Si quieres recomendaciones concretas, pregúntame en comentarios y te paso varias según tu presupuesto.

  • Micrófonos de corbata. Son discretos, prácticos y dan un plus de profesionalidad, sobre todo en entrevistas en vídeo. Eso sí, colócalos bien: un micro de corbata mal puesto puede sonar peor que uno barato bien colocado.

  • Antivientos. En exteriores son obligatorios. Un simple paseo por la calle puede arruinar una grabación si no llevas un buen filtro antiviento.

  • Ambientes y eco. Si grabas en casa, fíjate en cómo suena la sala. Una habitación con demasiado eco convierte cualquier micro en enemigo. Unas cortinas, unas alfombras o incluso grabar en un espacio con muebles pueden ayudarte a mejorar el sonido.

En resumen: no basta con tener un logo bonito o un título ingenioso. Si tu podcast suena mal o se ve cutre, la gente no volverá. Invierte en aprender a usar bien lo que tienes, cuida los detalles y busca siempre que tu contenido se escuche con calidad.

Porque lo cutre, insisto, ya no mola.

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