En principio a nadie le interesa lo que dices
- Jonathan Castilla
- 26 ago
- 2 Min. de lectura
Un consejo que me habría gustado escuchar hace años es este: no creas que lo que cuentas interesa solo porque a ti te entusiasma. Puede sonar duro, pero es la verdad.
Cuando arrancamos un podcast solemos estar convencidos de que nuestra idea es única, brillante y necesaria. Y oye, puede que lo sea, pero eso no significa automáticamente que la gente vaya a escucharte. Si quieres que tu mensaje llegue, necesitas pensar siempre en el oyente que tienes delante.
Yo mismo lo repito mucho en el estudio: cuando abras la boca, acuérdate de que la atención de la gente es limitada. Así que plantéatelo como un reto: ¿cómo puedo contar esto de manera que alguien que no comparte mi pasión por el tema también se enganche?
Hoy todo el mundo habla de “nichos”. Y sí, funcionan, pero a mí la palabra me recuerda más a una tumba que a una oportunidad. Encerrarte en un nicho demasiado estrecho es matarte poco a poco. Un buen comunicador es capaz de abrir la puerta y hablar de lo mismo a gente que, en principio, no estaba interesada.
Pongo un ejemplo: a lo mejor tu podcast es sobre micrófonos. Perfecto, pero si lo cuentas solo para técnicos de sonido, te escucharán cuatro colegas. En cambio, si explicas cómo un buen micro puede cambiar la voz de cualquiera y hacerlo con ejemplos cercanos, de repente llegas a mucha más gente.
En resumen, cree en tu idea, pero no te cases ciegamente con ella. Dale una vuelta, busca un ángulo más amplio, encuentra la manera de conectar con públicos diferentes. Porque cuanto más se entienda lo que cuentas, más posibilidades tienes de que tu podcast crezca y no se quede en un cajón.
Ese es mi consejo de hoy: piensa siempre en el oyente, incluso en el que no estaba buscando tu tema. Si logras captar su atención, habrás ganado mucho más que un nicho, habrás ganado audiencia real.



Comentarios