Hablar claro: menos es más
- Jonathan Castilla
- 26 ago
- 2 Min. de lectura
Si hay algo que me ha costado años entender es que comunicar no es lo mismo que hablar. Mucha gente piensa: “bah, yo me pongo delante del micro y ya irá saliendo”. Y sí, algo saldrá… pero seguramente un batiburrillo difícil de seguir.
Yo mismo lo he vivido. Soy locutor, técnico de sonido y llevo media vida entre cabinas, pero también soy una persona tímida. Hablar en público, o incluso explicar algo sin guion, se me ha hecho siempre cuesta arriba. Y lo reconozco: cuando no me preparo, me pierdo. Me enrollo más de la cuenta o me quedo en blanco.
La solución es mucho más sencilla de lo que parece: estructurar lo que quieres decir antes de abrir la boca. No hace falta un guion de 10 páginas, con un esquema breve ya vale. Unos puntos en una libreta o en el móvil que te sirvan de brújula. Eso te ayuda a no perderte y, sobre todo, a que la gente entienda lo que dices.
Y aquí viene la otra lección que aprendí a base de golpes: menos es más. No hace falta contarlo todo ni demostrar que sabes de todo. A veces basta con lanzar tres ideas claras y dejarlas reposar. Lo que no digas en este episodio, lo podrás contar en el siguiente.
Así que, si quieres sonar natural y que tu mensaje llegue, plantéatelo así:
Ten siempre una mini-estructura en la cabeza (o mejor escrita).
Usa frases cortas, sin miedo a dejar silencios.
Y recuerda que no hace falta contarlo todo de golpe.
Hablar y comunicar son dos cosas distintas. Hablar puede hacerlo cualquiera, pero comunicar requiere pensar antes qué quieres que el otro se lleve de tu mensaje. Yo lo sigo trabajando cada día, pero te aseguro que marcar esa diferencia hace que tu podcast gane enteros.




Comentarios